Red de Promotoras de los Buenos Tratos

La Red está integrada por 7 mujeres cuidadoras que, desde su propia experiencia de vida, se han convertido en líderes comunitarias del autocuidado, el buen trato y el cuidado mutuo. Cada quince días se reúnen en la Casa Comunitaria para el Buenvivir, un espacio que ellas mismas han llenado de confianza, calma y escucha profunda.

En cada encuentro, más que aprender técnicas, las participantes viven un respiro: un lugar seguro para hablar sin prisa, nutrirse emocionalmente y construir comunidad entre mujeres que enfrentan violencia, desigualdad y agotamiento cotidiano. Su presencia sostiene la convicción de que la empatía y los espacios seguros transforman vidas.

Desarrollo de las Sesiones

Día 1 – Mirarnos y Reconocernos
El grupo inicia con una bienvenida cálida y dinámicas que permiten nombrar cómo llegan: cansadas, curiosas, ilusionadas. Poco a poco, el ambiente se llena de confianza y gratitud.

Día 2 – Conectar con el Cuerpo
Ejercicios de conciencia corporal y actividades manuales abren espacio para conversaciones sinceras sobre la carga mental y la falta de descanso. Las mujeres comienzan a verse como aliadas.

Día 3 – Comunidad que Sostiene
Surgen mensajes que revelan la importancia del proceso:
“Hace mucho que no me sentía escuchada sin prisa”,
“Me voy con ganas de cuidarme, aunque sea poquito cada día”.
Entre risas y lágrimas suaves, se fortalece un sentimiento profundo de comunidad.

Hallazgos Emocionales y Comunitarios

Durante cuatro meses de encuentros constantes surgieron aprendizajes esenciales:

  1. Agotamiento profundo: La mayoría vive en automático y carga culpa al intentar descansar.
  2. Hambre de comunidad: Los círculos rompen el aislamiento y permiten compartir emociones sin juicio.
  3. El valor del juego y la presencia: Contar con un espacio seguro para sus hijas e hijos les permite participar con tranquilidad, reafirmando la necesidad de entornos integrales familiares.

Resultados y Aprendizajes

Resultados Tangibles

  • 100% aprendió nuevas prácticas de autocuidado.
  • Crearon y compartieron un altar comunitario para honrar su historia y sus lazos familiares.
  • Mayor participación y convocatoria en círculos y actividades comunitarias.
  • Infancias acompañadas en un espacio seguro y lúdico.

Resultados Emocionales

  • Las mujeres se sienten más tranquilas, acompañadas y valoradas.
  • Se generaron vínculos que seguirán sosteniéndose fuera de la Casa Comunitaria.
  • Incorporaron estrategias de autocuidado posibles en su vida diaria.

Aprendizajes Clave

  1. Los espacios seguros transforman.
  2. El cuidado es colectivo.
  3. La yoga, la meditación y las actividades manuales son puertas a la sanación.
  4. Las infancias necesitan espacios seguros mientras sus madres se fortalecen.

Agradecimiento

Acompañar a mujeres cuidadoras es sembrar bienestar en familias y comunidades enteras. Estas mujeres cuidadoras tuvieron un espacio digno y humano para reencontrarse.

La Red está conformada por siete mujeres cuidadoras que, desde su propia experiencia, se han convertido en líderes comunitarias del autocuidado, el buen trato y el cuidado mutuo, reuniéndose cada quince días en la Casa Comunitaria para el Buenvivir, un espacio que ellas mismas han llenado de confianza, calma y escucha profunda.

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