
Contribuir a que las madres de familia estén más seguras de sí mismas y capaces de establecer relaciones basadas en el respeto, aprecio y comprensión para disminuir la impotencia y frustración en la continuidad del ciclo de la violencia.

Favorecer la atención plena y concentración en las y los niños que viven en contextos que presentan violencia directa, estructural y cultural, que les permitan enfocarse en sus propias percepciones y distanciarse de la presión social a fin de evitar el desarrollo de conductas violentas.

Disminuir las situaciones de conflicto que exponen a las adolescentes de escuelas secundarias ubicadas en la zona norponiente de Monterrey a responder con violencia, desarrollando la empatía y sororidad a través del autocuidado y cuidado mutuo.
han participado en alguno de nuestros programas desde 2018.
Colaboraciones estratégicas para transformar realidades.




