Notas y novedades

El Programa de Interacción Comunitaria Retoños inició en la Escuela Primaria Fray Servando Teresa de Mier tras un proceso de selección institucional que evaluó necesidades, participación familiar y disposición a colaborar, identificando en este plantel el mayor potencial de impacto. Con 61 niñas y niños de primero de primaria se realizaron sesiones orientadas al reconocimiento y la regulación emocional, la convivencia respetuosa y la creación de vínculos seguros, donde el alumnado mostró curiosidad, apertura y un fuerte deseo de participar.

La Estancia Infantil es un espacio seguro, accesible y afectivo dentro de la Casa Comunitaria para el Buenvivir, creado para que niñas y niños puedan jugar, explorar y convivir desde una filosofía de respeto, autonomía y cultura de paz mientras acompañan a sus cuidadoras.

Durante seis jornadas comunitarias se realizaron actividades centradas en la lotería terapéutica, dinámicas de presentación y espacios de convivencia que, más allá del juego, fortalecieron la red de apoyo entre más de 60 mujeres cuidadoras, promoviendo la colaboración, la confianza y un profundo sentido de comunidad.

La Red está conformada por siete mujeres cuidadoras que, desde su propia experiencia, se han convertido en líderes comunitarias del autocuidado, el buen trato y el cuidado mutuo, reuniéndose cada quince días en la Casa Comunitaria para el Buenvivir, un espacio que ellas mismas han llenado de confianza, calma y escucha profunda.

Durante dos meses se llevó a cabo el círculo de autocuidado mental mediante yoga y meditación en la Casa Comunitaria para el Buenvivir, donde 32 mujeres cuidadoras trabajaron respiración, estiramientos, conciencia corporal y prácticas de relajación que les permitieron soltar tensiones y conectar con sus emociones en un espacio seguro.

En septiembre se llevó a cabo la charla de sensibilización Atención Recíproca con 16 madres de familia del Centro Comunitario La Alianza, creando un espacio seguro y cercano que favoreció una participación activa y significativa. A través de dinámicas para reconectar con la infancia, ejercicios de reflexión sobre el bienestar infantil y materno, y prácticas de comunicación en parejas, las participantes identificaron sus necesidades afectivas, exploraron cómo la postura y el diálogo influyen en sus relaciones y compartieron experiencias profundas que fortalecieron la confianza y el sentido de comunidad.

El círculo de autocuidado corporal reunió a siete mujeres cuidadoras en la Casa Comunitaria para el Buenvivir durante tres sesiones que integraron información práctica, diálogo abierto, dinámicas participativas y degustación de alimentos saludables, con el propósito de fortalecer hábitos de alimentación más conscientes, accesibles y sostenibles para ellas y sus familias.

El Campamento de Verano reunió a siete niñas y niños de la Casa Comunitaria en un espacio seguro, afectivo y creativo que fortaleció su bienestar emocional, autoestima y capacidad de convivir en comunidad. Durante tres sesiones, exploraron sus emociones, ejercitaron la imaginación y desarrollaron habilidades sociales mediante actividades artísticas, juegos colaborativos, ejercicios corporales y cuentos adaptados a su edad.

Las jornadas El cuidado es mutuo se llevaron a cabo en los Centros Comunitarios La Alianza y Sector Q como un espacio de acompañamiento, autocuidado y fortalecimiento emocional para madres cuidadoras que aprovecharon el campamento de verano de sus hijas e hijos para dedicarse un tiempo propio. Durante 180 minutos, siete mujeres participaron en actividades lúdicas, colaborativas y reflexivas que les permitieron reconectar con el disfrute, reconocer patrones de crianza heredados, expresar emociones profundas y resignificar su rol como cuidadoras desde un lugar más humano, sensible y consciente.

Las jornadas realizadas en los Centros Comunitarios La Alianza, Eulalio Villarreal y Sector Q reunieron a 257 niñas y niños de entre 5 y 15 años para fortalecer la cooperación, la confianza y la validación emocional mediante actividades sensoriales, lúdicas y colaborativas. A lo largo de las sesiones, los equipos facilitadores demostraron adaptación y contención emocional, logrando aumentos significativos en la participación, la creatividad y la capacidad de resolver problemas en grupo.